jueves, 27 de octubre de 2011

Lo-li-ta

1. "Resulta evidente que no podía matarla, aunque algunos hayan imaginado lo contrario. ¿Es que no lo comprenden? La quería. Era un amor a primera vista, a última vista, a cualquier vista".

2. "Pues Lolita tenía concienca de aquel fulgor suyo, y solía pescarla coulant un regard hacia algún macho amistoso, algún grasiento mecánico de musculosos brazos bronceados y con reloj de pulsera, y no bien volvía la espalda para comprarle a Lo, a mi Lo, un pirulí, oía que ella y el atractivo mecánico estallaban en una serie de preguntas y respuestas, acompañadas de tontas risitas, que sonaban en mis oídos como una canción de amor".

3. "Habría habido toda clase de actividades del grupo de Lolita en el campamento: remo, canto, baile, rizos que se peinan al sol a la orilla del lago. Habría álamos, manzanos, un domingo en una urbanización residencial suburbana. Habría habido un ópalo de fuego disolviéndose en un estanque ondulado, un último latido, un último dejo de color, rojo penetrante, rosa punzante, un suspiro, una niña que hace una mueca de dolor".

4. "Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta".


NABOKOV, Vladimir: Lolita

lunes, 10 de octubre de 2011

Nivel elevado de abstracción

"Los objetos de la fantasía son sustitutos, son una forma de suscitar emociones reales y ofrecer una satisfacción sucedánea. El acto imaginativo, en contraste, es un empeño por crear un mundo posible, un mundo imaginario, donde las emociones son también imaginarias. Por consiguiente, el artista no ofrece una satisfacción sucedánea para una emoción real. El arte difiere, por ejemplo, de la pornografía. El artista hace que alguien imagine tanto el objeto como la emoción dirigida hacia él. El artista explora un mundo imaginado como un ser libre, con todos sus compromisos morales en juego. Esto nos permite distinguir, por ejemplo, entre lo erótico y lo pornográfico"


Baggini, Julián: En qué piensan los filósofos

domingo, 2 de octubre de 2011

Final feliz

"No había transcurrido medio minuto cuando Charles doblaba la esquina y dejaba a la pareja proseguir sola su camino. Las primeras palabras que cruzaron fueron para convenir en dirigirse hacia la avenida, donde a esa hora podrían caminar más tranquilos e inmortalizar aquellos momentos como fuente inagotable de recuerdos que llenarían de felicidad su futura existencia. Allí cambiaron aquellas mismas dulces promesas que en otro tiempo parecieron ser garantía de su dicha, pero que habían concluido en tantos años de alejamiento. Recordaron el pasado, al que la reconciliación confería encantos nuevos. Ahora se ofrecía ante sus ojos el porvenir más próspero y venturoso, más cercano y seguro, más firme y asequible, como fundado en el mutuo conocimiento de sus caracteress, en la evidencia de su amor libre de toda sombra, más sentido y cimentado en la realidad. Caminaban lentamente, indiferentes al ir y venir de los grupos de viandantes que se cruzaban con ellos, sin que lograran distraer su mirada la charla atropellada de los vendedores y sirvientes ni el griterío de las niñeras gobernando sus rebaños de pequeñuelos; nada parecía capaz de turbar su diálogo, nutrido de mil recuerdos radiantes y de la alegría del momento."

Austen, Jane: Persuasión
Foto: Ana