domingo, 8 de abril de 2018

Infierno

"-¡Mira en qué estado te encuentras! -dijo-. Fíjate en la mugre que cubre tu cuerpo, en la roña que tienes entre los dedos de los pies. Mira esa repugnante herida de la pierna, que no para de supurar. ¿Sabes que hueles como un cerdo? probablemente ni te des cuenta. Mira lo delgado que estás. Podría partirte el cuello como una zanahoria. ¿Sabes que has perdido veinticinco kilos desde que estás en nuestras manos? Hasta el peo se te cae a puñados. ¡Mira! -Le tiró del pelo y arrancó un mechón-. Abre la boca. Nueve, diez, te quedan once dientes. ¿Cuántos tenías al llegar= Y los que faltan están a punto de caerse. ¡Mira!

Sujetó con fuerza entre el pulgar y el índice uno de los dientes de delante que le quedaban a Winston. Una punzada de dolor le recorrió la mandíbula. O'Brien le había arrancado el diente de raíz. Lo tiró al otro extremo de la celda.

-Te estás pudriendo -dijo-, te caes a pedazos. ¿Qué eres? Un saco de inmundicia. Gírate y vuelve a mirarte en el espejo. ¿Ves lo que tienes delante? Al último hombre. Si eres humano, eso es la Humanidad. Vamos, vuelve a vestirte."


George Orwell, 1984.

Qué ha de plantearse un servidor público

"Hay ciertas cuestiones fundamentales que todo el que decide ser un servidor púbico debería plantearse:

-Primero, si se presenta para un cargo lectivo, debe asegurarse de que ha ganado suficiente dinero en un empleo anterior o que tiene suficientes contactos para volver a la vida activa en su comunidad si no sale reelegido. Si su sustento depende enteramente del sueldo que percibe en un cargo electivo, le resultará muy difícil eludir las presiones para llegar a acuerdos por miedo a a no ser reelegido. Es una triste verdad que un hombre que depende por entero de su sueldo de servidor público es peligrosamente vulnerable.

[...]

-En tercer lugar, debe sentir un amor genuino por la gente y un deseo profundo de alcanzar algo que solo puede lograrse a través del servicio público. Debe obtener una gran satisfacción al hacer algo por su país. un político al que solo le interesa su propio progreso personal no solo será inútil como servidor público sino que al final fracasará.

Eleanor Roosevelt, Lo que aprendí viviendo.

viernes, 30 de marzo de 2018

Consejos de abuela

"-Deja que te diga una cosa. El ritmo lo marcas tú, querida. Si te asusta que todo vaya rápido, haz que vaya despacio. Si te asusta que sea demasiado intenso, haz que sea más suave. Y si por lo que sea eres incapaz de regular lo que hay, es porque tiene que ser así de rápido y así de intenso, para bien o para mal.

-Si te enamoras de un espejismo, llegará el día que te desenamorarás, porque el espejo te será insuficiente. No sufrirás porque serás tu la que le ponga fin. Si solo quiere sexo, ya tienes una oportunidad de demostrarle que tu tienes  mucho que ofrecer y hacer que él quiera conocerlo. Si te conoce y dejas de gustarle y te deja, lo pasarás mal un tempo y luego conocerás a otro."


Sara Ballarín, El cuaderno de Paula.

Morriña

"Gonçal y Esteve jugaban al ajedrez algunas noches, e ella se sentaba cerca de ellos: bordaba manteles y hacía ganchillos para las hijas de los otros. Bostezaba. Esteve y Gonçal discutían a menudo de política y de arte. Cómo cuesta convertir una imagen en palabras, y Patricia veía que, cuando Gonçal decía eso, las orejas se le ponían rojas como una granada. Más difícil es dominar las ideas, querido Gonçal, decía Esteve. Tienes una idea que te persigue, que te obsesiona, la quieres traducir en un soneto, darle coherencia.. Y nada, apuntaba Gonçal. Eso, nada, al final te sale una birria. ¿Qué ideas?, preguntaba Gonçal. No lo sé... o, mejor dicho, sí que lo sé: hay dos ideas básicas y los hombres giran alrededor de ellas como los animales en torno a la noria, me refiero al sexo y a la muerte. Te olvidas de una, decía Gonçal ¿Cuál? Te olvidas del poder. Esteve consideraba, el poder, tienes razón, el poder domina el sexo y tiene miedo de la muerte. Pero el poder es sólo deseado por una parte reducida de la Humanidad, y ésos creen que controlan la muerte. Eso es, decía Esteve, pretenden la inmortalidad... Patricia les miraba y apenas oía el murmullo de sus conversaciones; serenidad, se decía, serenidad, eso es lo que Gonçal le da a Esteve. Ella no pedía más, sino que se repitiesen aquellas veladas vespertinas, cuando el jardín y el amorcillo de su secreto, que sonreía con la boca entreabierta, iban quedando envueltos por la noche y el reloj del bisabuelo dejaba oír un tic-tac como el rumor de un corazón."

Montserrat Roig, Tiempo de cerezas. 

Tradiciones ancestrales

"-Nadie quiere ir _dijo ella con franqueza-. A nadie le gusta ir. Pero tienes que hacerlo. Has de aprender a afrontar las cosas algún día.

No me gustó cómo lo dijo. Su brusquedad y su celo me parecieron falsos y ramplones. No me fiaba de ella. Siempre que la gente de dice que tendrás que afrontar algo algún día y te empuja con toda naturalidad hacia el dolor, la obscenidad o la revelación indeseada que te acecha, en sus voces hay una nota de traición, un frío mal y disimulado júbilo, algo ávido de tu dolor. Sí, en los padres también; en los padres sobre todo."

Alice Munro, La vida de las mujeres.

lunes, 19 de marzo de 2018

Venecia es premonitoria

"Las olas, bajas y lentas, morían en la orilla con acompasado movimiento. Los sentimientos y  observaciones del hombre solitario son al mismo tiempo más confusos y más intensos de los de las gentes sociables; sus pensamientos son más graves, más extraños y siempre tienen un matiz de tristeza. Imágenes y sensaciones que se esfumarían fácilmente con una mirada, con una risa, un cambio de opiniones, se aferran fuertemente con el ánimo del solitario, se ahondan en el silencio y se convierte en acontecimientos, aventuras, sentimientos importantes. La soledad engendra lo original, lo atrevido, y lo extraordinariamente bello; la poesía. Pero engendra también lo desagradable, lo inoportuno, absurdo e inadecuado."


Thomas Mann, La muerte en Venecia

Ensayos

"El cuento es la más antigua de todas las formas literarias. Tan necesaria como otras necesidades humanas básicas, como comer, como el sexo: el cuento existía aun antes de que hubiera cualquier tipo de alfabeto". Oz subraya que los cuentos lidian con los "secretos". Su materia son "los secretos de los otros. El chisme es el primo del cuento". Las novelas están hechas de otra pasta, porque la materia de la literatura es la fantasía. "La fantasía es lo que nos sucede en una estación de ferrocarriles, cuando estamos esperando un tren e imaginamos la vida de cada uno de los que pasan frente a nosotros".

"Y es el que el feminismo, en cuanto hace el esfuerzo de salir del clóset de la teoría para militar en alguna causa concreta, le sucede fundamentalmente lo que al izquierdismo: ambos pasean por el mundo una mirada tuerta, con el único ojo de Polifemo, siempre puesto en las carencias y vicios del malvado Occidente. Unos y otros parece haber olvidado una de las máximas más justas y sensatas de la Beauvoir: "Se vouloir libre, c´est aussi  vouloir les autres libres".

Somos lo que leemos, Diez años de ensayo literario en Letras Libres.