viernes, 15 de julio de 2011

En la costa suiza (copiado de un amigo)

Un turista se fija en la encantadora escena de un pescador, vestido humildemente, que sestea apoyado contra un bote de remos varado en la arena. Le hace una foto, le ofrece un cigarrillo y entablan conversación:

"Hace buen tiempo y seguro que hay pesca, ¿qué hace usted durmiendo en lugar de salir a pescar?"
"Ya pesqué lo suficiente esta mañana"

"Pero imagínese" replica el turista, "que saliera al mar tres o cuatro veces al día, capturando tres o cuatro veces más pescado. Después de un año podría comprarse una lancha a motor, al año siguiente varias más, y tras varios años podría adquirir un barco de pesca de buen tamaño. Algún tiempo después podría construir una fábrica de salazones o una planta de congelados, más adelante incluso podría disponer de un helicóptero para localizar barcos de pesca y guiar a sus barcos. Incluso podría disponer de una flota de camiones para llevar el pescado a la capital..."

¿"Y entonces"?, pregunta el pescador
"Entonces", culmina el turista en tono de triunfo, "podría usted estar sentado tranquilamente en la playa, echar un sueñecito al sol y contemplar la belleza del océano."

(Heinrich Böll, tomado de Jorge Riechmann, Una morada en el aire)

1 comentario: