martes, 6 de noviembre de 2012

Paisaje y añoranza

"Pero la razón por la cual Otoko deseaba pintar la plantación de té de Uji no era sólo el placer que le causaba las ondas de diferentes matices de verde. Después de romper con Oki había huido a Kioto con su madre, pero había efectuado varios viajes a Tokio. Lo que más recordaba de aquel período eran los campos de té contiguos a Shizuoka, vistos desde la ventanilla del tren. A veces los veía a mediodía, otras veces al atardecer. Pero entonces sólo era una colegiala e ignoraba que algún día sería pintora; pero ante el espectáculo de los campos de té, la tristeza de la separación la había oprimido repentinamente. No podía decir por qué aquellas lomas verdes, tan poco vistosas, habían llegado tanto a su corazón, cuando a lo largo de las vías férreas había montañas, lagos, el mar y a veces hasta nubes de tonalidades caprichosas. Pero quizá fuera su melancólico verde y las melancólicas sombras crepusculares de las hondanadas lo que había provocado su dolor. Eran lomas pequeñas, bien cuidadas, con vallecitos oscuros: no era un panorama silvestre. Y las hileras de arbustos redondeados parecían rebaños de mansas ovejas verdes. Pero era muy probable que aquel estado de ánimo se debiera simplemente a que su tristeza había llegado al apogeo cuando cruzó por primera vez los campos de Shizuoka".

Kawabata, Yasunari: "Lo bello y lo triste"

Foto: Internet.



jueves, 30 de agosto de 2012

¿Qué es la vida?

"Lo que la vida requiere para existir es un número finito de proteínas, lo que significa que necesita que funcionen algunas combinaciones de aminoácidos, no todas las posibles. El hecho de que los primeros organismos aparecieran hace 3.850 millones de años, cuando la Tierra ni siquiera fue sólida hasta hace 3.900 millones de años, implica que la vida apareció muy pronto, prácticamente tan pronto como hubo posibilidad, lo que además significa que no pudo haber sido tan difícil para la vida organizarse a sí misma para empezar a existir.
Kauffman opina que la vida, lejos de ser rara o improbable, está deseando nacer a la primera oportunidad"


Regis, Ed: ¿Qué es la vida?, Espasa. 


Foto: Ana

La técnica

"Según Heidegger, cada época tiene una forma de desocultar al ser, de acceder a la verdad. En la nuestra, es la técnica. Por tanto, la técnica es el destino de nuestra época. Destino que no solamente se convierte en peligro, sino en el peligro, pues la técnica no permite que el hombre acceda a la esencia de lo real, ya que le presenta el mundo como lo dispuesto, lo utilizable, lo lleno de materia prima: ver la Naturaleza como una fuerte de energía impide llegar a la comprensión de su esencia."

Goñi, Carlos: Cuéntame un mito. Ariel

Alejandría

"La ciudad misma tenía dos centros de gravedad: el norte real y el norte magnético de su personalidad, y entre ambos, el temperamento de sus habitantes se agotaba en un chisporroteo seco como una descarga eléctrica."

"Me siento como si el cielo estuviera pegado a la tierra, y yo entre los dos, respirando por el ojo de una aguja".

"Muchos hombres mienten y dejan que la vida pase por ellos como los chorros de agua tibia de una lavativa. A la proposición cartesiana. "Pienso, luego existo", oponía una proposición personal, que podría enunciarse así. "Imagino, luego estoy en la realidad, y soy libre".

"La pobreza excluye, -decía Justine- y la riqueza aísla"


Durrell, Lawrence: Justine (El cuarteto de Alejandría)

Manual prestado de supervivencia ( I parte)

  "La observación de lo que ocurre a nuestro alrededor, como siempre, será la mejor forma de aprender. Si nos esforzamos por mirar y reflexionar sobre lo que vemos, nos daremos cuenta de que la gente es feliz o infeliz, no por lo que le pasa, sino por cómo se toma su vida."

"Cuando perdemos la confianza en nostros mismos, toda nuestra vida se desmorona. En esos momentos resulta extraordinariamente difícil reaccionar, pero es ahí cuando tenemos que luchar y no dejarnos llevar por la apatía, el desencanto, la tristeza, la falta de esperanza, de ilusión..., la ausencia de horizontes."

 "Nos pasamos la vida diciéndonos: "¡Cuidado!", "¿Por qué habré dicho eso?", "¿Vaya forma de actuar", ... en lugar de: "¡Eres una persona que se esfuerza, que pone interés y que va a conseguir sus objetivos", "ánimo", "¡Adelante!", "¡Vales mucho!""

"Si nos pasamos tres horas dándole vueltas a algo que nos hace sufrir, desde el punto de vista orgánico es como si hubiéramos estado tres horas corriendo sin parar: el desgaste, mal que nos pese, es equivalente."

"No aprende quien cree que todo lo sabe... la persona que siempre cree estar en posesión de la verdad demuestra una ignorancia suprema, además de una arrogancia intolerable"

"Cuando lo veamos todo negro, tengamos la seguridad de que no estamos siendo objetivos"

"Las irritaciones solo nos producen desgaste, subjetividad, dificultades de comunicación y de resolución de problemas. Cortemos nuestros pensamientos en las primeras fases, y la irritación será un espejismo que nunca llegará a producirse"

"La inteligencia es la capacidad de dirigir el comportamiento".

"Creencias irracionales más comunes:

 1. Los "debería"; "tendría" y los "condicionales": "Yo debería haber terminado mi carrera, yo tendría que conseguir que todo saliera bien, los jefes deberían de ser todos competentes, los demás deberían....
2. Pensamientos acientíficos: cuando utilizamos los terminos siempre, nunca, todos, nadie, nada, necesito, no puedo....estos pensamientos tienen a la sobregeneralización. Sustituirlos por: a veces, ocasionalmente...
3. Pensamientos castastrofizantes: horrible, espantoso...


Alava Reyes, María Jesús: La inutilidad del sufrimiento, Esfera de los libros.

domingo, 24 de junio de 2012

Milagros del camino

"Resulta que tenía a la vista un castaño monumental de extraordinaria belleza. A su lado, en estrecha vecindad, se erguía un roble cuya musculatura leñosa soportaba una cúpula aún mayor que la de su compañero [...] Bajo sus copas te invadía el sosiego de cuando se vuelve a casa después de una larga ausencia. Por boca de un gorrión, el bosque pareció preguntarme "¿Dime, caminante, cuál de los dos árboles te resulta de mayor agrado?" Días atrás alguien me había planteado lo mismo pero con respecto a las catedrales de Burgos y León. No supe qué contestar entonces ni tampoco ahora. Pero algo sí que sabía. Que anteponía uno solo de los dos árboles a la suma incluso de ambas joyas góticas. Había en ellos más verdad y armonía que en cualquier edificio levantado por el Hombre. La Naturaleza, siempre por delante; la vida, primero. De los altares del árbol destacan las hojas, el rocío, los pájaros, los insectos, las estaciones y el arrullo de la brisa; y de los altares del Hombre no transciende sino el enredo de intelectualizar su perpetuo miedo a la muerte, aunque se vista de arte por intentar parecer otra cosa agradando la vista"

Ferrer Taberner, Andrés: De árboles, nubes y sueños.


sábado, 26 de mayo de 2012

EL corazón de las tinieblas

"No eran colonizadores; su administración equivalía a una pura opresión y nada más, imagino. Eran conquistadores, y eso es lo único que requiere es fuerza bruta, nada de lo que pueda uno vanagloriarse cuando se posee, ya que la fuerza no es sino una casualidad nacida de la debilidad de los otros".

Conrad, Joseph: "El corazón de las tinieblas".

Foto: A.


Sabiduría de Marguerite Yourcenar

"No hay que perder nunca de vista el diagrama de una vida humana, que no se compone, por más que se diga, de una horizontal y de dos perpendiculares; sino más bien de tres líneas sinuosas, perdidas hacia el infinito, constantemente próximas y divergentes: lo que un hombre ha creído ser, lo que ha querido ser, y lo que fue".

Notas de Marguerite Yourcenar

La impotencia del emperador


"Atiano y Plotina me narraron los incidentes de la campaña que no habían incluido en sus breves mensajes. Uno de aquellos relatos me conmovió al punto de incorporarse para siempre a mis recuerdos personales, a mis símbolos propios. Apenas llegado a Sharax, el fatigado emperador había ido a sentarse a la orilla del mar, frente a las densas aguas del Golfo Pérsico. En aquel momento no dudaba todavía de la victoria, pero por primera vez lo abrumaba la inmensidad del mundo, la conciencia de su edad y de los límites que nos encierran. Gruesas lágrimas rodaron por las arrugadas mejillas del hombre a quien se creía incapaz de llorar. El jefe que había llevado las águilas romanas a riberas hasta entonces inexploradas, comprendió que no se embarcaría jamás en aquel mar tan soñado; la India, la Bactriana, todo ese Oriente tenebroso del que se había embriagado a distancia, se reducirían para él a unos nombres y a unos ensueños. Cada vez que el destino me ha dicho no, he recordado aquellas lágrimas derramadas una noche en lejanas playas por un anciano que quizá miraba por primera vez su vida cara a cara".

Yourcenar, Marguerite: "Memorias de Adriano"

Foto: A.V



martes, 1 de mayo de 2012

Lo ideal se pelea con la realidad

"Lo comprendo. Lleva usted dentro el entusiasmo de la India, y sus templos y palmeras... todo ese romanticismo que despierta en el turista un viaje de dos meses. Sí, el trópico es encantador cuando se atraviesa en ferrocarril, en auto o en rikscha [...] Quería aprender las lenguas orientales para leer los libros sagrados en el texto original, quería estudiar el alma de los indígenas -sí, así se dice en la jerga europea-, convertirme en un misionero de la humanidad, de la ciencia, de la civilización... Todos los que llegamos de Occidente soñamos con lo mismo... Mas, allí, en aquel sofocante invernadero que el viajero no ve, faltan pronto las fuerzas: la fiebre [...] La fiebre nos devora el cuerpo; nos tornamos indolentes, perezosos; nos convertimos en gallinas mojadas, cuando no en crustáceos insnesibles. [...] Tarde o temprano todos caen; unos se dan a la bebida; otros fuman opio; otros no piensan sino en pegar y maltratar hasta volverse unos bestias; una u otra, cada cual contrae su locura."

Zweig, Stefan: Amok.

domingo, 18 de marzo de 2012

El amante

"Ya estoy advertida. Sé algo. Sé que no son los vestidos lo que hacen a las mujeres más o menos hermosas, ni los tratamientos de belleza, ni el precio de los potingues, ni la rareza, el precio de los atavíos. Sé que el problema está en otra parte. No sé dónde. Sólo sé que no está donde las mujeres creen. Miro a las mujeres por las calles de Saigón, en los puestos de la selva. Las hay muy hermosas, muy blancas[...] No hacen nada, sólo se reservan, se reservan para Europa, los amantes, las vacaciones en Italia [...] Ellas esperan. Se visten para nada. Se contemplan. En la penumbra de esas quintas se contemplan para, más tarde,creen vivir una novela, ya tienen los amplios roperos llenos de vestidos con los que no saben qué hacer, coleccionados como el tiempo, la larga sucesión de días de espera. Algunas se vuelven locas. Algunas son abandonadas por una joven criada que se calla. Abandonadas. Se oye cómo la palabra las alcanza, el ruido que hace, el ruido de la bofetada que da. Algunas se matan".

 "Años después de la guerra, después de las bodas, de los hijos, de los divorcios, de los libros, llegó a París con su mujer. Él le telefoneó. Soy yo. Ella le reconoció por la voz. Él dijo: sólo quería oír tu voz. Ella dijo: soy yo, buenos días. Estaba intimidado, tenía miedo, como antes. Su voz, de repente, temblaba. Y con el temblor, de repente, ella reconoció el acento de China. Sabía que había empezado a escribir libros. Lo supo por la madre a quien volvió a ver en Saigón. Y también por el hermano menor, que había estado triste por ella. Y después ya no supo qué decirle. Y después se lo dijo. Le dijo que era como antes, que todavía la amaba, que nunca podría dejar de amarla, que la amaría hasta la muerte"

DURAS, Marguerite: El amante.

Foto: Ana V.


domingo, 11 de marzo de 2012

Tentadora, sabrosa y diabólica maldad

"Al instante despertó en mí el espíritu del infierno, bramando embravecido. Con un arrebato de júbilo, vapuleé al indefenso cuerpo, saboreando con deleite cada golpe; y solo cuando, en la cumbre de mi delirio, empecé a notar señales de fatiga, me sobrecogió súbitamente el corazón en un frío estremecimiento de terror. Al dispersarse aquella niebla, me di cuenta de que mi vida estaba perdida, y huí de la escena de aquellos sucesos, gloriándome y temblando a un mismo tiempo, satisfecha y estimulada mi ansia de mal, y más hondo que nunca arraigado mi amor a la vida".

STEVENSON, Robert Louis: El extraño cado del Dr. Jekyll y Mr. Hyde

jueves, 8 de marzo de 2012

Qué difícil es encontrar un fragmento que refleje la genial obra de Ferlosio... su Jarama


"Yo no comprendo-decía Miguel-; siempre salís con eso de que si os aburrís, mi hermana igual; nunca lo he comprendido. Yo, la verdad, yo no sé distinguir cuando me aburro de cuando me divierto, te lo juro. Será que no me aburro nunca o que no...-Se encogía de hombros"

"Bajaba el sol. Si tenía el tamaño de una bandeja de café, apenas unos seis o siete metros lo separaban ya del horizonte. Los altos de Paracuellos enrojecían, de cara hacia el poniente. Tierras altas, cortadas sobre el Jarama en bruscos terraplenes, que formaban quebradas, terrazas, hendiduras, desmoronamientos, cúmulos y montones blanquecinos, en una accidentada dispersión, sin concierto geológico, como escombreras de tierras de derribo, o como sobras y excavaciones hechas por palas y azafas de gigantes"

"-El dinero no da la felicidad
-Puede. Pero al tacaño, menos todavía.
-Sí que la da, sí, la felicidad -dijo Lucio-. Pues ya creo que el dinero puede darla. Lo que pasa es que la conciencia la quita".

 "-Yo no pretendo saber más de lo que sé. Lo que no ando es con fantasías a lo tontuno, como los dililós que se figuran que más lejos está lo mejor y contra más retirado de su tierra, mejor se creen que los va a ir. Pues hay que trabajar lo mismo en todas partes igualmente, y para uno ganarse los cuartos, uno de nosotros, no hay más narices ni más procedmimiento que doblar la bisagra, y aquí lo mismo que en América o en la luna, se si pudiera montar. [...] Y si de América vuelven algunos con más dinero que se fueron, ha sido a base de quebrantarse los riñones, ni más ni menos que hacemos en España o en Pekín, y no vienen más que a trabar a la gente inculcándoles ideas falsas en la cabeza [...]


FERLOSIO, Rafael Sánchez: "El Jarama"

lunes, 6 de febrero de 2012

Entre hielos va la cosa

El guardián del hielo

Y coincidimos en el terral
el heladero con su carretilla averiada
y yo
que corría tras los pájaros huidos del fuego
de la zafra.
También coincidió el sol.
En esa situación cómo negarse a un favor llano:
el heladero me pidió cuidar su efímero hielo.
Oh cuidar lo fugaz bajo el sol...
El hielo empezó a derretirse
bajo mi sombra, tan desesperada
como inútil

           Diluyéndose
dibujaba seres esbeltos y primordiales
que sólo un instante tenían firmeza
de cristal de cuarzo
y enseguida eran formas puras
como de montaña o planeta
que se devasta.
No se puede amar lo que tan rápido fuga.
Ama rápido, me dijo el sol.
Y así aprendí, en su ardiente y perverso reino,
a cumplir con la vida:
Yo soy el guardían del hielo.


José Watanabe

Foto: Ana







jueves, 12 de enero de 2012

Un fantasma triste

"Estoy aquí, boca arriba, pensando en aquel tiempo para olvidar mi soledad, porque no estoy acostada sólo por un rato. Y ni en la cama de mi madre, sino dentro de un cajón negro como el que se usa para enterrar a los muertos. Porque estoy muerta.
Siento el lugar en que estoy y pienso...
Pienso cuando maduraban los limones. En el viento de febrero que rompía los tallos de los helechos, antes que el abandono los secara; los limones maduros que llenaban con su olor el viejo patio".

Rulfo, Juan: Pedro Páramo

Rarezas

"Estoy sola. Una vez cada cien años abro los labios para decir algo y mi voz suena desconsolada en este vacío. Nadie oye... Y vosotras, pálidas luces, tampoco me oís... En la madrugada os engendra el pútrido pantano y vagáis hasta el alba, pero sin pensamiento, sin voluntad, sin una leve palpitación de vida. El Demonio, padre de la Eterna Materia, temiendo que la vida vuelva a renacer en vosotras, a cada instante crea en vosotras, como en la roca y en el agua, un flujo perpetuo de átomos y os hace cambiar de continuo."


Texto: Chéjov, Anton: La gaviota.
Foto: Ana.

Sabiduría Psicológica

"Para nuestros antepasados primitivos, la depresión era un estado beneficioso cuando se veían obligados a soportar un período de condiciones ambientales especialmente duras. Cuando las cosas se ponían feas, realmente no tenían más remedio que atrincherarse en sus refugios. Nuestros primitivos antepasados que se sentían deprimidos y se limitaban a permanecer sentados durante los tiempos más calamitosos, tenían más probabilidades de conservar sus recursos y sus energías, y, al obrar así, aumentaban sus posibilidades de sobrevivir hasta que los tiempos mejoraran. Probablemente, podemos ver un indicio de ese primitivo resudio emocional en nosotros mismos en un sábado frío y nublado de invierno, cuando, sin ninguna razón que podamos señalar particularmente, apenas tenemos ganas de hacer otra cosa más que rondar por la casa medio adormilados, probando algún que otro bocado y echando siestecitas."

"Somos objeto de una manipulación siempre que alguien reduce, por el medio que sea, nuestra capacidad para juzgar nuestras acciones"

Smith, Manuel J.: Cuando digo no, me siento culpable.