domingo, 8 de abril de 2018

Infierno

"-¡Mira en qué estado te encuentras! -dijo-. Fíjate en la mugre que cubre tu cuerpo, en la roña que tienes entre los dedos de los pies. Mira esa repugnante herida de la pierna, que no para de supurar. ¿Sabes que hueles como un cerdo? probablemente ni te des cuenta. Mira lo delgado que estás. Podría partirte el cuello como una zanahoria. ¿Sabes que has perdido veinticinco kilos desde que estás en nuestras manos? Hasta el peo se te cae a puñados. ¡Mira! -Le tiró del pelo y arrancó un mechón-. Abre la boca. Nueve, diez, te quedan once dientes. ¿Cuántos tenías al llegar= Y los que faltan están a punto de caerse. ¡Mira!

Sujetó con fuerza entre el pulgar y el índice uno de los dientes de delante que le quedaban a Winston. Una punzada de dolor le recorrió la mandíbula. O'Brien le había arrancado el diente de raíz. Lo tiró al otro extremo de la celda.

-Te estás pudriendo -dijo-, te caes a pedazos. ¿Qué eres? Un saco de inmundicia. Gírate y vuelve a mirarte en el espejo. ¿Ves lo que tienes delante? Al último hombre. Si eres humano, eso es la Humanidad. Vamos, vuelve a vestirte."


George Orwell, 1984.

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